(Por Mario Caparra) “Está demostrado que
el arte puede salvar a cualquiera en cualquier contexto social” dice Camilo,
con total naturalidad, y completa: “Puede salvarlo al de clase alta también. Puede
ayudarlo a no ser indiferente.”
Camilo termina de presentar su poemario,
“La venganza del cordero atado”. Está agotado y rodeado de gente, más y menos
deseable: amigos, organizadores, hacedores culturales. Sin embargo se hace unos
minutos para conversar con Waykhuli y contarnos ¿por qué la poesía? ¿Qué tiene
en particular este género? ¿Cómo incide en su vida?
“Siento un gran respeto por otros
géneros, como la novela o el cuento, pero en un principio elegí la poesía
porque fue lo que me resultó más fácil escribir, porque fue lo que el cuerpo me
pedía. Fue una urgencia expresiva, una urgencia física.”
Camilo estuvo preso desde los 16 años
hasta los 20. La necesidad, la urgencia de decir se comprende fácilmente.
Pero se resiste al estereotipo del
"pibe chorro que escribe"; quiere que se lo empiece a valorar por su
poesía. Y sabe que la poesía no es sólo ese imperativo de necesidad y urgencia.
Sabe que es también trabajo, lectura.
“Escribo poesía y leo mucho. Pero no soy
un gran lector de poesía: leo más que nada cuentos y ensayos políticos. De lo
que leí, te puedo decir que mis autores predilectos son Oliverio Girondo,
Federico García Lorca y el Indio Solari.”
Dos poetas de libros y un poeta del
rock. Tres exquisitos. “Un poco me orientaron, pero llegué a esos autores por
accidente. Un accidente afortunado” admite.
Probablemente debe a ese afortunado
accidente cierto modo de inclusión social a partir del arte. “A mí me cambió
haber tenido contacto con el mundo expresivo, con el mundo del arte, el
universo literario. Me cambió saber que existe un mundo donde lo humano es
humano.”
“Pero no fue un cambio repentino, no fue
de golpe; no es que un día me desperté en mi celda y me propuse cambiar de
mundo, cambiar de vida” aclara. “Fue un proceso, un camino lleno de obstáculos,
de golpes, de gente que me quería hacer mal.”
“Pero con la poesía podía resistir. Por
eso digo que el arte puede salvar a las personas, a cualquiera, y en cualquier
contexto social. Cada uno explota el arte a su manera, con su personalidad, con
su singularidad y con sus propias necesidades, pero el arte siempre te da
esperanzas.”
Delirios delezeanos
Estar en el medio,
(en la línea de encuentro de un mundo
exterior
con un mundo interior).
El odio solo es bueno cuando se mezcla con
lo que odia.
Y nada de tener una conversación
sino una conspiración, un arrebato de amor
o de odio.
Extraer del amor todo tipo de posesión,
toda identificación,
para devenir capaces de amar.
Invención de una línea de fuga y el poder
de la traición.
Ser el único traidor y traicionar a todos.
Escribir nos embarca en la realidad.
Salimos a la conquista de lo desconocido.
No se puede volver.
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